Después de una buena decoración, las plantas siempre se han consideradas también como una buena fuente anti-estrés, y en este 2020 se popularizaron aún más debido al confinamiento. Las personas al verse privadas de salir de sus hogares encontraron su pasatiempo en las plantas, de hecho, la venta de plantas en vivero se dispararon y la demanda fue tanta que muchas variedades se agotaron. Parece que las personas sintieron la necesidad de traer a casa un poco del verde del que estaba restringido por la pandemia para compensarlo.
Pero, ¿Por qué plantas?
Muy fácil, más allá de purificar el aire, las personas desarrollan vínculos con las plantas, son seres vivos que necesitan atención y cuidados, nos agradecen creciendo, floreciendo, multiplicándose, eso implica que el ser humano se comprometa en su cuidado, al igual que los animales, pero en este caso, aunque las plantas no se muevan ni traten de expresar sus necesidades explícitamente ellas las demuestran mediante sus hojas, así que eso también es algo que requiere observación y tiempo y como en cuarentena lo que más tenemos es tiempo pues no hay otra mejor forma de aprovecharlo con plantas. Tener o estar al lado una planta no cambia la vida, lo gratificante es ver los avances y resultados de esa estrecha relación a lo largo del tiempo. Despertar y ver una flor, una hoja nueva o inclusive una hoja amarilla o verla cambiar de color, revisar la tierra, aplicar riego, estos son los aspectos que hacen que las personas dejen de pensar en otras cosas y se detengan un momento a ver la planta… y de repente, encontrar una foto de nuestras plantas de hace tiempo atrás y ver lo que han cambiado, he ahí la terapia.
Durante el vínculo, las personas se dan cuenta que presentan menos ansiedad, menos estrés, esa es la magia de las plantas. Según estudios, la Escuela Pública de Salud T.H. Chan de Harvard y el Hospital Brigham and Women’s de Bostón, consideró a 108.630 personas que demostraron que las personas que estaban en áreas con los niveles más altos de zonas verdes se asociaron con una menor mortalidad y una mayor actividad física, una exposición a un aire menos contaminado y a niveles más bajos de depresión, ansiedad o estrés. Asimismo, la Martín afirma que según estudios “Se produce una disminución del cortisol, la hormona del estrés, por lo que disminuye la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, también se genera un efecto positivo en el sistema nervioso, menor irritabilidad, mayor concentración y activación del sistema inmunitario”.
Así que no es de extrañar, que gracias al ambiente de estrés y ansiedad que generó la pandemia las plantas significaran un gran alivio en la vida de las persona.
Lo interesante es que este fenómeno no solo ocurrió a nivel nacional, esta promoción de las plantas se extendió a todo el globo terráqueo y esperamos que el auge continúe porque las plantas en casa es una manera de apreciar el medio ambiente y conectarnos con la naturaleza.
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